Cuando mi médico me dijo que tenía diabetes, estaba asustada y sorprendida. Yo sabía que mi peso era mucho más alto de lo que debería ser — pero ¿diabetes? Le pregunté a mi médico si perder peso o hacer ejercicio podría ayudarme con mi diabetes.

Mi médico dijo que la dieta y el ejercicio pueden hacer cosas buenas para el control de la diabetes. Son tan importantes como la medicina. El ejercicio facilita el control de los niveles de glucosa (azúcar) en la sangre. Mi médico me dijo que debería hacer actividad física al menos 30 minutos al día.

Como no había hecho ejercicio en mucho tiempo, comencé lentamente. Al principio, caminaba 10 minutos al día. Luego, cada día aumentaba poco a poco. Intenté hacer ejercicio cinco días a la semana. Lo hice parte de mi rutina diaria. Fue difícil pero me mantuve firme. A los tres meses, caminaba 45 minutos al día. Tenía más energía y me sentía mucho mejor. Todos los meses, comencé a ver que mi peso bajaba unas pocas libras. Después de seis meses había perdido 20 libras.

En mi próxima visita al médico, mi diabetes estaba en mi meta A1c. El médico quedó impresionado por los cambios que hice para mejorar mi salud. Mi presión arterial y colesterol también mejoraron debido a mi ejercicio y pérdida de peso. Ya no me siento asustada. Sé que puedo hacer lo que necesito hacer para mantener mi diabetes bajo control.