Una Relación Sólida Médico-Paciente Puede Ayudar a Mejorar su Salud
Aquí está la historia de María:
Las visitas a su médico primario son momentos importantes para hablar sobre su diabetes, otros problemas de salud, los medicamentos que está tomando y cualquier inquietud o pregunta que tenga. Ser honesto(a) con su médico puede salvarle la vida.
He tenido diabetes por más de treinta años. Durante esos años, he tenido muchos médicos diferentes. No sentí que podía confiar y ser honesta con muchos de ellos. Parecen muy ocupados para detenerse y escuchar. ¿Cuál es el punto de hablar? A veces, todos los medicamentos para la diabetes que quieren que tome me hacen sentir mal. Entonces, no los tomo todos los días. Sé que es por eso que mi diabetes nunca está bajo control. Pero no le voy a decir eso a mi médico. El año pasado, contrataron a una nueva doctora en la clínica a la que voy.
Lo primero que ella quería saber era si había traído mis medicamentos conmigo a la visita. Ella me dijo que a partir de ese momento debería llevar mis medicinas a cada visita para poder trabajar juntas y asegurarme de que estaba tomando todo de manera en que debería de ser. Luego me preguntó si estaba teniendo problemas para tomar todos mis medicamentos. Al principio, estaba demasiado avergonzada para decir algo.
Ella dijo que algunas personas no toman sus medicamentos porque algunos medicamentos pueden tener efectos secundarios que los hacen sentir mal. Le dije que no estaba tomando algunos de mis medicamentos porque me hacían sentir mal. Ella me dijo que dejara de tomar esos medicamentos de inmediato y me recetó otros diferentes. Ella me dijo que la llamara y le avisara si tenía problemas con el nuevo medicamento.
Luego me preguntó si tenía tiempo para hablar con su enfermera y una nutricionista para aprender más sobre la diabetes. En los 30 años que he tenido diabetes, nunca había tenido una enfermera ó nutricionista que se sentara conmigo por tanto tiempo y respondiera todas mis preguntas tontas. Resultó que tenía muchas buenas preguntas. No tuve nungún problema con los nuevos medicamentos.
Ahora tengo más energía y hago algunas de las caminatas diarias que mi otro médico siempre me dijo que debía hacer. Incluso estoy tratando de comer mejor ahora que veo que mis pequeños cambios están ayudando. Ahora entiendo por qué es importante ser honesta con mi médico. En mi ultimo chequeo, mi diabetes estaba bajo control, por primera vez en 30 años.